• Estados Unidos
  • Año de fundación: 1967
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Origen

El organismo, dependiente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) nació en 1967, a la par que la Asamblea General de la ONU designó como un derecho exclusivo para los padres, determinar el número de hijos y el espaciamiento entre ellos.

En un principio se trató de un fondo fiduciario que comenzó el financiamiento de programas de población. Fue hasta 1987 cuando tomó su nombre actual, aunque se mantuvo su abreviatura inicial: UNFPA.

Esta institución internacional trabaja sobre 10 ejes temáticos, enfocados en la supuesta salud reproductiva de las personas, aunque con una agenda de imposición cultural dentro de la misma.

De acuerdo con su página de internet, estos ejes temáticos compilan lo siguiente:

      La atención a la salud reproductiva de mujeres y jóvenes en más de 150 países, donde vive más de 80% de la población mundial.
      La salud de las mujeres embarazadas, especialmente 1 millón de mujeres que sufren complicaciones potencialmente mortales todos los meses.
      El acceso a anticonceptivos para 20 millones de mujeres al año.
      La formación de miles de trabajadores sanitarios para supervisar 90 por ciento de todos los partos.
      Prevención de la violencia de género, que afecta a 1 de cada 3 mujeres.
      Abandono de la práctica de la mutilación genital femenina, que perjudica a 3 millones de niñas al año.
      Prevención de los embarazos entre adolescentes.
      Esfuerzos para poner fin al matrimonio infantil.
      Suministro de productos para un parto seguro, kits de dignidad y equipos para los supervivientes de conflictos y desastres naturales.
      Censos, recopilación de datos y análisis, para la planificación del desarrollo.

Sin embargo, a partir de 2018, el UNFPA comenzó con un agresivo plan de expansión de sus objetivos, basado en tres pilares fundamentales, siendo el principal el poner fin a lo que consideran la no satisfacción de una supuesta necesidad de planificación familiar.

El UNFPA supone que —sin tomar en cuenta otros factores económicos—como en algunos países desarrollados calculan que 300 millones de mujeres practican la anticoncepción, una cantidad similar —214 millones— estarían en posibilidad de usarlos si los tuvieran a mano.

Para lograr este objetivo, el UNFPA se asocia, principalmente con gobiernos, para llevar a cabo prácticas de cabildeo, que promuevan reformas sobre la liberalización de la educación sexual, principalmente entre los jóvenes.

Aunque el UNFPA no promueve abiertamente el aborto, sí lo hace veladamente, al sostener que ayuda a los gobiernos socios a fortalecer a los sistemas que brindan este tipo de servicios.

Esta institución afirma que al menos 8 por ciento de las muertes maternas ocurren cuando se practican abortos en condiciones de riesgo, por lo que el UNFPA promueve que donde sea legal esta

Gobierno

Desde su creación, a finales de los años sesenta, el UNFPA ha aprovechado su designio, y la estructura de la Organización de las Naciones Unidas, para conseguir el despliegue de 17 oficinas representativas, que abarcan 150 países —principalmente aquellos que son altamente poblados—, y actualmente tiene una meta de otorgar anticoncepción a, por lo menos, 20 millones de mujeres al año.

Para cumplir este objetivo, el fondo toma como punto de partida el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y Desarrollo. Con ese documento como base, emprendió alianzas con gobiernos y la sociedad civil.

En este apartado, tejió alianzas con instituciones académicas y algunas del sector privado, así como representantes de la sociedad civil. En 2013 constituyó un Grupo Consultivo de la Sociedad Civil, para acercarse a más organizaciones que comulguen con su concepción de la salud reproductiva.

Actualmente el Grupo Consultivo de la Sociedad Civil está compuesto por 14 representantes de un sector de la sociedad civil, aunque en su mayoría son activistas en favor de la interrupción del embarazo.

Entre los 14 integrantes, se ecuentra, por ejemplo, Ana Cristina Gonzales, Coordinadora, Articulación Feminista MarcoSur, una conocida médico cercana al círculo de las Naciones Unidas, pues ha desempeñado puestos en la CEPAL y ONU Mujeres.

Entre los miembros del Grupo también se encuentra Françoise Girard, Presidenta, Coalición Internacional por la Salud de las Mujeres, una mujer estadounidense que se pronunció fuertemente contra la medida del mandatario de ese país en 2017 —Donald Trump—, que prohibía que fondos de EU financiaran prácticas abortivas.

Además del grupo, desde 2017 el UNPFA está dirigido por Natalia Kanem, directora ejecutiva del fondo. Ella ha desempeñado cargos internacionales dentro del fondo, pero también en asociaciones privadas, como la Fundación Ford —conocida por promover prácticas abortistas—, donde trabajó 13 años desarrollando estrategias de salud reproductiva.

Además de Kanem, hay dos directores ejecutivos adjuntos: Diene Keita y Ib Petersen.

Keita trabaja para el fondo desde hace más de 15 años, principalmente como representante ante gobiernos de países africanos. Mientras que Petersen, de origen danés, funge como uno de los encargados de administrar los recursos del fondo.

Los trabajos del fondo, además, son supervisados por una Junta Ejecutiva, conformada por representantes de 36 países —primordialmente europeos y desarrollados—. La junta está gobernada por una mesa compuesta de cinco representantes permanentes, asientos que ocupan los Países Bajos, Kenya, Perú, Qatar y Ucrania.

Financiamiento de la organización

Fondo de Población de las Naciones Unidas(UNFPA, por sus siglas en ingles)

Para conseguir sus tres objetivos clave: satisfacer las necesidades de planificación familiar, evitar muertes maternas y prácticas nocivas y de violencia de género, el UNFPA se vale de recursos voluntarios, que son entregados principalmente por gobiernos alrededor del mundo y por la misma Organización de las Naciones Unidas.

Tan sólo en 2020, el fondo logró recoger más de mil 268 millones de dólares de contribuciones conjuntas de recursos básicos —que se utilizan para sin restricciones para los objetivos del fondo en cualquier país— y recursos no básicos, que se utilizan de manera conjunta entre el UNFPA y el país receptor.

De acuerdo con sus reportes de gastos, por ejemplo, uno de sus principales donadores es el gobierno de Suecia, que aportó más de 210 millones de dólares en recursos básicos. Mientras que el gobierno alemán le aportó al UNFPA 180 millones de dólares en el mismo rubro. Le siguió Noruega con 140 millones de dólares.

Sin embargo, la mayoría de los fondos suministrados para el UNFPA, proviene de las Naciones Unidas, quien destinó más de 697 millones de dólares de su presupuesto, pero sólo para ser usados en programas específicos dentro de directrices del mismo fondo y programas conjuntos con la UNICEF.

En la región de América Latina, el país predominante en donaciones es México, quien aportó a la bolsa del UNFPA poco más de 51 mil dólares.

La región que destaca dentro de los donantes del fondo es Europa central, donde las donaciones más bajas provienen de Austria y Portugal, únicas naciones de esa región que aportaron menos de un millón de dólares, con 235 mil dólares y 165 mil, respectivamente. Dentro de la región asipática, Japón es uno de los países que más recursos aporta: por encima de los 53 millones de dólares para los fines del UNFPA.

Fondeo de organizaciones

De los mil 268 millones de dólares captados por el UNFPA durante 2020, gastaron apenas 790 millones de dólares de recursos no básicos —aquellos que se utilizan en programas específicos y la mayoría de las veces en los países que donaron el dinero—, y 237 millones de dólares de recursos básicos —aquellos que se utilizan sin restricción para los fines del fondo—.

El UNFPA reporta que ese mismo año, destinaron 60 por ciento de sus gastos (más de 621 millones de dólares) al rubro de Servicios de Salud Sexual y Reproductiva Integral, entre la población objetivo, dentro de los 150 países en los que opera el fondo.

Esta organización también afirma que parte de lo gastado, 284 millones de dólares fue entregado a diversas organizaciones no gubernamentales, que comparten los principios que profesa el UNFPA en materia de salud reproductiva.

El fondo destaca entre sus principales logros —a través de sus inversiones en varios países— el haber interrumpido 58.7 millones de embarazos no deseados, haber evitado 16.9 millones de abortos no seguros, haber facilitado anticoncepción para 210 millones de personas, y haber proporcionado servicios de salud reproductiva y sexual para 107 millones de mujeres y jóvenes, tan sólo entre 2018 y 2020.

Entre los países que figuran como sus principales donantes, por ejemplo, estiman que en Alemania, evitaron 2.6 millones de embarazos no deseados.

De los programas independientes del UNFPA, que son financiados a través de los recursos no básicos y cuyo gasto ascendió a 790 millones de dólares distribuidos entre los países donantes, el fondo opera uno llamado UNFPA Supplies, cuyo objetivo es la entrega de métodos modernos de anticoncepción, principalmente en países que consideran vulnerables.

Según los resultados de este programa, entre 2008 —año en que se instaló esta iniciativa— y 2019, los implementos entregados evitaron 89 millones de embarazos no deseados y 26.8 abortos no seguros, entre otros.

Actualmente este programa está en una tercera fase de desarrollo, cuya finalidad es lograr que, a más tardar en 2030, todas las mujeres, adolescentes y jóvenes, puedan elegir y utilizar métodos de anticoncepción de calidad, sin importar el lugar en el que vivan.

Para lograr éste y otros objetivos principales, el UNFPA se apoya en alianzas estratégicas alrededor del mundo, principalmente con farmacéuticas como Bayer, Merck, Johnsson & Johnsson.

Entre las principales alianzas con las que cuenta el UNFPA, se encuentran farmacéuticas como Bayer y Merck, así como conglomerados de medios, como Warner Brothers, y asociaciones civiles proaborto, como la Bill & Melinda Gates Fundation.

El UNFPA, relaciones con el sector empresarial —que incluye corporaciones nacionales y transnacionales— para obtener recursos, y crear sociedades publico privadas, para posicionar su visibilidad.

También echan mano de Fundaciones Filantrópicas para obtener fondos y generar un ecosistema viable para sus objetivos. También realizan cabildeos a través de asociaciones parlamentarias en diversos países, para impulsar cambios en políticas públicas que sirvan a sus objetivos.

Para el UNFPA, las organizaciones de la sociedad civil le sirven para utilizar y financiar recursos humanos que puedan difundir su mensaje. Además de que tejen alianzas con instituciones académicas y científicas para obtener herramientas que impulsen su agenda.

Además de que buscan voluntariado con amplias redes de recursos económicos, que les apoyen para influir en la opinión pública dentro de los países en los que trabajan, además de atraer voluntariado común.